En Cuba, malestar popular, bloqueo sesentón e injerencismo

▲ Defensores de la revolución, ayer frente a la sede de la Central de Trabajadores de Cuba.
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Elmer Pineda dos Santos|

Miles de cubanos se manifestaron el domingo último en distintos sitios de la isla contra el desabastecimiento de artículos básicos, la carestía y los cortes de energía eléctrica, entre otras demandas, pero se registró algo inusual en los actos de protesta que tienen lugar en la isla: saqueos de tiendas y ataques contra patrullas de policía, así como detenciones violentas de quienes causaban desmanes.

Sería ridículo negar que en Cuba, como en muchos otros países, existe un sector descontento con las autoridades y decidido a tomar las calles para plantear sus exigencias; en el marco de una prolongada pandemia que mantiene paralizado el turismo, una de las principales fuentes de ocupación e ingresos en la isla. También sería ridículo negar que buena parte de las dificultades que experimentan los cubanos son causadas por ineficiencias del gobierno y las inercias burocráticas.Video insertado

Pero es demasiado ingenuo pensar que estas manifestaciones no son apoyadas, financiadas y sobre todo publicitadas desde Washington (y Miami) con guiones que son repetidos por la prensa hegemónica continental y trasnacional.  Y de mala fe sería olvidar o ignorar la responsabilidad que tiene en la gestación de las protestas las casi seis décadas del bloqueo estadounidense a la isla, la mayor del Caribe.

Sí, 59 años ya que Washington diseñó esta hostil medida para generar malestar contra el gobierno y doblegarlo por desabastecimiento y hambre.

“El llamado del presidente Joe Biden a que el gobierno cubano atienda a las necesidades de su pueblo (…) resulta de una perversidad inaudita: es el bloqueo estadounidense y no las autoridades cubanas lo que impide a la isla adquirir los insumos básicos para lidiar con la pandemia, y la primera medida para terminar con el sufrimiento económico que él denuncia pasa por levantar el embargo que mantiene maniatados al comercio y las finanzas cubanas”, señala un editorial del diario mexicano La Jornada.

Lo que intenta Washington es utilizar la situación del pueblo cubano para intervenir en los asuntos internos de una nación independiente, libre y soberana, a cuyos gobierno y ciudadanos corresponde buscar una salida mediante el diálogo, sin el uso de la fuerza, sin la confrontación, sin violencia, sugirió el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Sin rodeos, consideró intervencionista la interpretación que desde un sector político y del ámbito informativo se da al asunto, y la verdad es que, si se quisiera ayudar a Cuba, lo primero que se debería hacer es suspender el bloqueo, como lo están solicitando la mayoría de los países del mundo. Eso sería un gesto verdaderamente humanitario, indicó.

Agregó que ningún país del mundo debe ser cercado, bloqueado, eso es lo más contrario que puede haber a los derechos humanos. “Yo veo que están interviniendo. Ayer vi un mensaje en redes sociales de un grupo que se llama Artículo 19, financiado en México por el gobierno de Estados Unidos”, señaló el presidente, quien mostró la imagen publicada: “¡No es de La Habana!, es creo, Egipto”.

Si realmente nos preocupa Cuba, terminemos con los bloqueos, exigió también el presidente argentino, Alberto Fernández, tras señalar que no hay nada más inhumano en una pandemia que bloquear a un país. El presidente boliviano Luis Arce indicó que “cuanto más el gobierno cubano avanza en la salud y en la ciencia más enfrenta la desinformación y el ataque extranjero”.

El secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), rechazó los señalamientos del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en apoyo a acciones desestabilizadoras. «Las manos de Almagro, manchadas de golpes de Estado y sangre, pretenden nuevamente inmiscuirse en los asuntos de Cuba», alertó

El gobierno estadounidense expresó de inmediato su apoyo a las protestas en Cuba por la crisis que padece ese país, sin reconocer que las medidas estadunidenses diseñadas para asfixiar la economía de la isla, y que la comunidad internacional acaba de condenar por 29 ocasión, tienen justo el propósito de generar ese tipo de crisis, y sin mencionar los millones de dólares que Washington dedica para intervenir en los asuntos internos de Cuba, incluyendo promover justo ese tipo de manifestaciones.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, al acusar a Estados Unidos de buscar un estallido social y exigirle el cese del bloqueo impuesto en 1962, señaló que “Defendemos la paz y no la violencia. No alentamos una guerra civil, como han querido poner algunos en los titulares. Lo que tenemos es la voluntad, la convicción y el deber legítimo de defender la obra revolucionaria ante quienes intenten socavarla siguiendo un plan anexionista, de vandalismo, violencia y agresión, incluso incitando al asesinato de personas”.

Rusia rechazó la injerencia extranjera en los asuntos internos de Cuba y advirtió contra acciones destructivas que puedan desestabilizar al país caribeño, y consideró inaceptable una injerencia extranjera en los asuntos internos de un Estado soberano y cualquier otra acción destructiva que pueda provocar desestabilización, sostuvo la portavoz de la cancillería rusa.

Al tiempo, Venezuela, Bolivia, Argentina y Nicaragua también condenaron los intentos de perturbar la paz en la isla. En contraste, Brasil y Uruguay manifestaron su apoyo a los manifestantes antigubermantales en Cuba, y la Unión Europea pidió que se escuchen sus demandas.

Estados Unidos está listo para iniciar un bloqueo completo a Cuba, en el contexto de las protestas que se han producido en la isla caribeña, informó el portal ruso Avia.pro, con el envío de sus buques de guerra frente a las costas cubanas, con la intención de evitar que el gobierno cubano reciba asistencia de parte de Rusia.

“Washington está sumamente interesado en una toma contundente del poder en Cuba, ya que esto aumentará significativamente la influencia de EEUU y brindará protección contra el posible despliegue de bases militares rusas, armas tácticas y estratégicas en la isla”, añadió.

El bloqueo impone graves dificultades a un pequeño país que ha sido ejemplo de solidaridad, repartiendo médicos por todo el mundo para ayudar a combatir la crisis sanitaria, manifestó Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil.

El ahora presidente de Brasil, el neofascista Jair Bolsonaro, expresó que los manifestantes cubanos “pedían, además de alimentos, electricidad… pidieron otra cosa, por último, en cuarto lugar, pidieron libertad; ¿sabes lo que recibieron? balazos de goma, golpetazos y prisión, informó el diario Folha de Sao Paulo.

Los cubanos tienen derecho a protestar, afirmó el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), el español  Josep Borrell, quien pidió al gobierno de Cuba que escuche sus quejas sobre el Covid-19 y la escasez de medicamentos y alimentos.

El presidente Miguel Díaz-Canel se apersonó en la protesta realizada en la localidad de San Antonio de los Baños para escuchar las demandas de la población y explicar los motivos de las estrecheces que aquejan al país. El mandatario reconoció que no todos los manifestantes son contrarrevolucionarios ni mucho menos, sino personas insatisfechas.

Pero también denunció la campaña de desestabilización urdida por la mafia cubanoestadunidense. Sostuvo que quienes alientan esas manifestaciones no quieren el bienestar de la gente, sino la privatización de la salud y la educación, quieren el neoliberalismo.

* Periodista cubano asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

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