Parate económico, Venezuela y elecciones de diciembre: procupaciones argentinas
Juan Guahán
No hay dudas que la inflación, el parate económico, las tasas de interés que impiden tomar créditos, el riesgo de quedarnos sin trabajo, las cortinas que se bajan en talleres, fábricas y negocios, la plata que falta y las deudas que sobran, son los motivos más comunes de la preocupación diaria de la inmensa mayoría del pueblo argentino.
Sin embargo, también hay algunas otras cuestiones cuyo desarrollo influirá sobre el futuro: lo que está pasando en Venezuela y el futuro electoral, forman parte de esas preocupaciones. Sabemos que los principales protagonistas en esos temas son otros pero los efectos de lo que pase, afectarán a todos, nos guste o no.
Hablar de Venezuela es referirnos a lo que está pasando y también a las razones por las que se llegó a esa situación y sus perspectivas futuras. Al mencionar las elecciones de octubre próximo, hoy deberíamos aludir a las ideas y vaivenes sobre el cronograma, las principales posibilidades y de qué modo éstas se presentan y lo que hay detrás de cada una de ellas.
Venezuela: punto de inflexión para Nuestraamérica
Cada tanto se dan, en la historia de nuestros pueblos, hechos puntuales que definen la situación y el futuro de vastas zonas o regiones. La movilización del 17 de octubre de 1945, origen del peronismo; el golpe de estado contra Allende en Chile (1973) o en la Argentina (1976); la Revolución Cubana (1959) son –entre varios otros- hechos que tuvieron esas características.
En estos tiempos, los sucesos de Venezuela reúnen esas condiciones. De la evolución de estos acontecimientos depende -en gran parte- el futuro de toda la región. Fue el “Caracazo” (1989), en la misma Venezuela, donde se iniciaron los movimientos que dieron origen –en esta región- a varios gobiernos más cercanos a los intereses populares. Estos acontecimientos actuales marcan el agotamiento de esas experiencias.
Allí están en juego no solo las mayores reservas petroleras del mundo, sino también la posibilidad que se consoliden en la región gobiernos cipayos al servicio de los intereses imperiales de los Estados Unidos y de la decadente Europa Occidental.
Es imposible imaginar que sus causas son sencillas y responden a una sola motivación. Las causas reales no parecen estar en estos defectos sino en hechos positivos que pusieron a ese país a la vanguardia de muchos cambios en la región: su proclamado horizonte socialista, ciertas modificaciones institucionales como las comunas y consejos comunales, su poderío en materia de hidrocarburos y minería y su alianza con los nuevos poderes mundiales encarnados por China y Rusia.
Todo ello hizo que Venezuela se transformara en un peón en el complicado ajedrez mundial, en medio de la pérdida de poderío de los EEUU y una grave crisis del modelo capitalista mundial. De alguna manera este escenario nos acerca a los peligrosos años de la “Guerra Fría”, que tensionaron al planeta entre EEUU y los países socialistas, en aquellos años de la posguerra.
Ahora, el vecino del Norte no quiere perder lo que estima es su derecho a decidir sobre nuestros países a los que considera como su “patio trasero”, criterio recientemente condenado por el Papa Francisco.
Elecciones presidenciales: las disyuntivas
Ya entramos al año en que unas elecciones decidirán sobre quien será la o el Presidente/a de los argentinos. Todo ello si este gobierno logra mantenerse a pesar de los números, las dificultades, las previsiones económicas que tiene por delante y las multiplicadas rebeldías populares. Lo dicho en las reflexiones precedentes y la dramática situación de gran parte de nuestro pueblo le dan a este proceso electoral un significado especial.
Esto ocurre más allá de las sabidas limitaciones que tiene ese poder institucional en la Argentina de estos tiempos, donde el poder central sigue estando en manos de los Bancos y grupos económicos concentrados.
Las principales disyuntivas sobre este proceso electoral se refieren a la continuidad o no de Mauricio Macri, su política de ajuste y su alianza con EEUU y Europa; el futuro de la región; las posibilidades de la expresidenta; si habrá o no un candidato por fuera de los dos ya citados.
Dudas sobre el cronograma electoral de las provincias
El domingo pasado ya hubo un “apronte” electoral. En La Rioja hubo un referéndum para ver si había o no un tercer mandato para el actual gobernador. Ahora esa discusión sigue en la Justicia. Hasta el 24 de noviembre, fecha eventual para una segunda vuelta presidencial, habrá 13 domingos electorales. De a poco se va conociendo el cronograma de las provincias.
Ya hay cosas definidas: Hasta ahora, la mayoría de los gobernadores peronistas u opositores van a desdoblar las elecciones. Ninguno de ellos cree mucho en un/a candidata/o nacional que les sume votos. La discusión está en el oficialismo. No parecen tenerle mucha confianza a Macri, como candidato. Es por eso que los gobernadores radicales de Cambiemos (Mendoza y Jujuy) también se inclinan por desdoblarlas.
Los macristas de la Ciudad de Buenos Aires y la estratégica Provincia de Buenos Aires también estaban “vuelteando” y querían desdoblarlas. Hubo bastante ruido hasta que hocicaron y decidieron, para ayudar a Macri, mantener la votación en igual fecha que las nacionales. Recordemos que en las presidenciales habrá segunda vuelta -entre las dos fuerzas más votadas-, si en la primera nadie sacó más del 45% de los votos o el 40% y 10 puntos de diferencia sobre el segundo.
En octubre también se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y ocho distritos (Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Rio Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego) elegirán tres senadores cada una (2 por la mayoría y 1 por la minoría). Las provincias de Corrientes y Santiago del Estero, no tendrán elecciones a gobernador/a, por tener un calendario distinto.
Distintas perspectivas electorales y su presentación
Hasta ahora hay dos candidaturas bastante definidas, a pesar de las dudas existentes. Macri por el actual oficialismo y Cristina por su partido Unión Ciudadana, donde converge la mayor parte del peronismo. Esas 2 opciones reúnen –aproximadamente- alrededor del 60% del electorado. De todos modos queda un 40% por fuera de esas opciones.
Hasta ahora, ese espacio no tiene un candidato que lo hegemonice. La izquierda podrá sumar una porción menor del mismo y los otros pre candidatos actuales (Massa, Urtubey, Esper, Olmedo) están lejos de reunir una masa crítica definitoria.
Habrá que ver si el grueso de ese espacio se vuelca hacia una unidad anti macrista o si se propone terciar en las posibilidades. Para ambas hipótesis la figura de Roberto Lavagna es la que emerge con mayores posibilidades. Acerca de la forma de presentar sus propuestas hay algunas cosas claras: El oficialismo renueva –con el tema de la extinción de dominio- su deshilachada bandera de la corrupción kirchnerista, le agrega –más débilmente- los temas de seguridad y combate al narcotráfico.
En los últimos días introdujo en la campaña el tema de Venezuela, cuestión que le sirve para introducir una nueva brecha dentro de la oposición. Cristina no habla, pero tiene la potencia de haber encabezado un gobierno con mejores respuestas al pueblo que el actual. La izquierda conserva su discurso tradicional y el espacio “ni-ni” (no macristas, no kirchneristas), ni siquiera tiene un candidato unificador.