El retorno  de cada informe acumula las ruinas: 4.000 millones carecen de protección social/ Um mundo tem 4 bilhões de pessoas sem proteção social

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Eduardo Camin|

 Alguna vez leí, que el tiempo es como las lenguas de Esopo, la mejor y la peor de las cosas, el agente de la creación y el de la destrucción. Suscita lo nuevo y acumula las ruinas. Mientras divagaba entre reflexiones sentado en un banco frente a la Universidad de Ginebra. Observaba como un pequeño rayo de sol primaveral se filtraba entre las empinadas calles de la ciudad vieja y su resplandor se apodero de mí al caer la tarde, el Siglo de las Luces de Jean Jacques Rousseau había removido las neuronas agazapadas en ese laberinto de pequeñas y empedradas calles de Ginebra, trescientos años después absorbimos parte de la historia del pensamiento Universal, en ese camino al ayer.

Es cierto escrito en tiempos de desazón y cambio, pero también de hallazgos felices y promesas de mejor convivencia, magníficos espejos de vida. Reflejo de una Europa que comienza a formarse tratando de superar las causas de la división —las guerras entre príncipes y señores en las que mueren los pueblos, las guerras por intereses disfrazadas de guerras de religión—estos tiempospueden ser motivo de meditación sobre el espacio político y cívico que hoy configuramos.Resultado de imagen para sin proteccion social

Mientras tanto continuaba leyendo con atención otro de los Informes de la Organización del Trabajo (OIT) proclamados en esa misma y hermosa ciudad al borde del lago Leman, este ya me situaba en la realidad de la reflexión humana; unas veces sometida y otras sublevadas. Eso si más cerca del mito de Cronos devorando a sus hijos, que del Contrato Social de J. J. Rousseau.

4.000 millones de personas en el mundo carecen de protección social, según los nuevos datos presentados en él, sólo 45 por ciento de la población mundial se beneficia efectivamente de al menos una prestación social, mientras que el otro 55 por ciento –cuatro mil millones de personas – no tiene ninguna protección.

Sólo un 29 por ciento de la población mundial dispone del acceso a una seguridad social integral mientras que el 71 por ciento restante, 5.200 millones de personas, no están protegidas, o lo están sólo parcialmente. El informe recomienda aumentar el gasto público destinado a la protección social a fin de extender la cobertura de la protección social, sobre todo en África, Asia y en los Estados Árabes, para garantizar al menos un piso de protección social básico para todos.

A la vez que, pone de manifiesto que la protección social universal contribuye a erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, promover el crecimiento económico y la justicia social, así como a alcanzar los  Objetivos de Desarrollo Humano(ODS), comprometido por los gobiernos en el 2015.

proteccion socilEl informe destaca la necesidad de extender la protección social a los trabajadores de la economía informal como una manera de formalizar su actividad y mejorar sus condiciones de trabajo. “Sin embargo, los recortes de austeridad a corto plazo van en contra de los esfuerzos de desarrollo a largo plazo. Los ajustes de consolidación fiscal tienen importantes repercusiones sociales negativas y comprometen la realización de los ODS”, declaró Isabel Ortiz, directora del Departamento de Protección Social de la OIT.

El informe muestra que sólo 35 por ciento de los niños del mundo se beneficia de un acceso efectivo a la protección social. A nivel mundial, casi dos terceras partes de los niños – 1.300 millones de niños – no están cubiertos, la mayoría de ellos viven en África y Asia.En promedio, sólo el 1,1 por ciento del PIB es destinado a las prestaciones familiares y para los niños entre 0 y 14 años, lo cual pone en evidencia que la inversión en los niños es significativamente insuficiente.

Mientras tanto la cobertura de la protección social para las personas en edad de trabajar sigue siendo limitada. Sólo 41,1 por ciento de las madres de recién nacidos perciben una prestación por maternidad, y 83 millones de las nuevas madres no tienen cobertura. Otras conclusiones en este ámbito incluyen el hecho que sólo 21,8 por ciento de los trabajadores desempleados se beneficia de prestaciones de desempleo, mientras que 152 millones de trabajadores desempleados no tienen cobertura.

Los nuevos datos de la OIT muestran también que en el mundo sólo 27,8 por ciento de las personas con discapacidades severas reciben una prestación por discapacidad. La investigación indica que, a nivel mundial, 68 por ciento de las personas que superan la edad que da derecho a la jubilación reciben una pensión de vejez, lo cual está asociado con la expansión de las pensiones contributivas y no contributivas en numerosos países de medios y bajos ingresos.proteccion socil3

En promedio y con grandes variaciones regionales, el gasto en pensiones y otras prestaciones para los adultos mayores representa 6,9 por ciento del PIB, el informe pone de manifiesto que el nivel de las prestaciones es con frecuencia demasiado bajo e inadecuado para permitir que los adultos mayores salgan de la pobreza. Esta tendencia suele estar incentivada por las medidas de austeridad.

Algunos Estados están revirtiendo la privatización de las pensiones debido a que esas políticas de privatización no arrojaron los resultados esperados, muchos países están regresando a los sistemas públicos basados en la solidaridad.

El informe destaca que el derecho a la salud todavía no es una realidad en muchas regiones del mundo, en especial en las zonas rurales donde 56 por ciento de la población carece de cobertura de salud, frente al 22 por ciento en las zonas urbanas. Se calcula que serán necesarios otros 10 millones de trabajadores de la salud a fin de alcanzar la cobertura universal de la salud y garantizar la seguridad de la población, incluso en las situaciones de emergencia, como durante la crisis causada por el Ébola.

Los cuidados de larga duración – necesarios sobre todo para los adultos mayores – siguen excluyendo a más de 48 por ciento de la población mundial, las mujeres resultan desproporcionadamente afectadas. Sólo 5,6 por ciento de la población mundial vive en países que ofrecen una cobertura de los cuidados de larga duración para toda la población en base a la legislación nacional.

Resultado de imagen para sin proteccion socialComo consecuencia, se estima que unos 57 millones de trabajadores “voluntarios” no remunerados dispensan la gran parte de los cuidados de larga duración. Principalmente mujeres que llevan la mayor parte del peso del cuidado informal de los familiares. Mayores inversiones en los servicios de cuidado podrían aliviar la pobreza de las personas mayores y hacer frente a la escasez de trabajadores de la salud calificados, que se estima en 13,6 millones a nivel mundial.

No obstante, las soluciones que se proponen, y consecuentemente aplicaran, los gobernantes del planeta prolongan, en cualquier caso, la perennidad de la actual situación, ya que  la lógica inmanente de la economía es el del beneficio ampliado como condición de supervivencia estructural; privatización de fondos públicos, prolongación de la jornada laboral, despido libre, disminución del gasto social, desgravación fiscal a los empresarios y los fondos buitres. Es decir, si las cosas no van bien es porque no van peor.

Los problemas económicos y sociales actuales son muchos, difíciles y complejos .  A la lectura de estos Informes confirmamos de hecho,que una gran mayoría de la población mundial está excluida de la “democracia” “el mercado” y la “modernización”. La dependencia, el subdesarrollo, el desempleo, la marginalidad, el analfabetismo, la violencia y la pobreza no son lacras heredadas del pasado, como algunos dirigentes políticos pretenden soslayar; en realidad la fragilidad de sus economías sometidas a los vaivenes del gran capital, continúan amenazando una gran parte de sus pueblos. Las políticas neoliberales con sus efectos alienantes dominan prácticamente todo el escenario, mundial.El transcurso del tiempo es incesante, pero presenta una regularidad en el retorno periódico de cada Informe, alarmante, que suscita lo nuevo y acumula las ruinas.

* Periodista uruguayo, exdirector del semanario Siete sobre Siete. Miembro de la Asociacion de Coresponsales de prensa de la ONU. Redactor Jefe Internacional del Hebdolatino en Ginebra. Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)


EN PORTUGUÉS

Um mundo tem 4 bilhões de pessoas sem proteção social

Por Eduardo Camin

Alguma vez eu li que o tempo é como as línguas de Esopo, a melhor e a pior das cosas, o agente da criação e o da destruição. Suscita o novo e acumula as ruinas. Enquanto divagava entre reflexões sentado em um banco de frente para o edifício da Universidade de Genebra, observava como um pequeno raio de sol primaveral se filtrava entre as empinadas ruas da cidade velha, e seu resplendor se apoderou de mim ao cair da tarde.

O Século das Luzes, de Jean Jacques Rousseau, havia removido os neurônios escondidos nesse labirinto de pequenas e empedradas ruas, trezentos anos depois absorvemos parte da história do pensamento universal, nesse caminho em direção ao ontem. É verdade, escrito em tempos de desesperança e mudanças, mas também de descobertas felizes e promessas de melhor convivência, magníficos espelhos de vida. Reflexo de uma Europa que começa a se formar, tentando superar as causas da divisão – as guerras entre príncipes e senhores, nas que morrem os pobres, em guerras por interesses disfarçadas de guerras por religião. Aqueles tempos podem ser motivo de meditação sobre o espaço político e cívico que hoje configuramos.

Enquanto continuava lendo com atenção, outro dos Informes da Organização do Trabalho (OIT), publicado nesta mesma bela cidade ao borde do lago Leman, já me trazia de volta à realidade da reflexão humana: algumas vezes subjugadas, outras sublevadas. Isso sim, mais perto do mito de Cronos devorando seus filhos, do que do Contrato Social de Jean Jacques.

Cerca de 4 bilhões de pessoas no mundo carecem de proteção social, segundo os novos dados apresentados nesse novo informe. Isso significa que apenas 45% da população mundial se beneficia efetivamente de ao menos uma prestação social, enquanto que os demais 55% não tem nenhuma proteção.

Somente 29% da população mundial dispõe do acesso a uma segurança social integral, enquanto o 71% restante, 5,2 bilhões de pessoas, não estão protegidas, ou estão só parcialmente. O informe recomenda aumentar o gasto público destinado à proteção social, a fim de estender a cobertura da proteção social, sobretudo na África, na Ásia e nos Estados Árabes, para garantir ao menos um piso de proteção social básico para todos.

Ao mesmo tempo, o documento deixa claro que a proteção social universal contribui a erradicar a pobreza, reduzir as desigualdades, promover o crescimento econômico e a justiça social, assim como a alcançar os Objetivos de Desenvolvimento Humano (ODS), comprometido pelos governos em 2015.

O informe destaca a necessidade de estender a proteção social aos trabalhadores da economia informal, para poder formalizar sua atividade e melhorar suas condições de trabalho. “Entretanto, os cortes de austeridade a curto prazo prejudicam os esforços de desenvolvimento a longo prazo. Os ajustes de consolidação fiscal têm importantes repercussões sociais negativas e comprometem a realização dos ODS”, declarou Isabel Ortiz, diretora do Departamento de Proteção Social da OIT.

O informe mostra que só 35% das crianças do mundo se beneficia de um acesso efetivo à proteção social. A nível mundial, quase dois terços das crianças – 1,3 bilhão – não estão cobertos por algum desses serviços básicos, e a maioria deles vive na África e na Ásia. Em média, somente 1,1% do PIB é destinado às prestações familiares e para as crianças entre 0 e 14 anos, o que deixa em evidência que o investimento nas crianças é significativamente insuficiente.

Enquanto isso, a cobertura para as pessoas em idade de trabalhar também é limitada. Só 41,1% das mães de recém nascidos recebem auxílio para maternidade, e 83 milhões das novas mães não têm cobertura.

Outras conclusões neste âmbito incluem o fato de que só 21,8% dos trabalhadores desempregados se beneficia de auxílio de desemprego, enquanto 152 milhões de trabalhadores desempregados não possuem nenhuma cobertura.

Os novos dados da OIT mostram também que 27,8% das personas com deficiências severas recebem auxílio para enfrentar suas condições especiais.

A investigação indica que, a nível mundial, 68% das pessoas que superam a idade que dá direito a aposentados recebem algum tipo de pensão, o que está associado com a expansão das pensões contributivas e não contributivas em muitos países de média e baixa renda.

Em média, e com grandes variações regionais, o gasto em pensões e outras prestações para os idosos representa 6,9% do PIB. O informe revela que o nível desses auxílios é, com frequência, muito baixo e inadequado para permitir que os mais velhos possam sair da pobreza. Essa tendência costuma ser incentivada pelas medidas de austeridade.

Alguns Estados estão revertendo a privatização das aposentadorias, devido a que essas políticas de privatização não trouxeram os resultados esperados. Muitos países estão regressando aos sistemas públicos baseados na solidariedade.

O informe destaca que o direito à saúde ainda não é uma realidade em muitas regiões do mundo, em especial nas zonas rurais, onde 56% da população carece de cobertura de saúde – o mesmo acontece com 22% das pessoas nas zonas urbanas. Calcula-se que serão necessários mais 10 milhões de trabalhadores da saúde para se alcançar uma cobertura universal da saúde e garantir a segurança da população, inclusive nas situações de emergência, como durante a crise causada pelo vírus ebola.

Os cuidados de longa duração – necessários sobretudo para os idosos – ainda são um benefício inalcançável para mais de 48% da população mundial. As mulheres são as mais afetadas. Cerca de 5,6% da população mundial vive em países que oferecem uma cobertura de cuidados de longa duração para toda a população, com base na legislação nacional desses países.

Como consequência, se estima que 57 milhões de trabalhadores “voluntários” não remunerados são os que demandam uma grande parte desses cuidados de longa duração – principalmente as mulheres, que levam a maior parte do peso do cuidado informal dos familiares. Maiores investimentos em serviços de cuidado poderiam aliviar a pobreza das pessoas mais idosas, e enfrentar a escassez de trabalhadores da saúde qualificados, a qual se estima em 13,6 milhões a nível mundial.

Não obstante, as soluções que se propõem, e consequentemente são aplicadas pelos governantes do planeta, vêm prolongando a perenidade da atual situação, já que a lógica imanente da economia é a do benefício ampliado como condição de sobrevivência estrutural; privatização de fundos públicos, prolongação da jornada de trabalho, flexibilização para facilitar as demissões, diminuição do gasto social, desoneração aos empresários e aos fundos abutre. Ou seja, se as coisas não vão bem é porque ainda não estão piores. Os problemas econômicos e sociais atuais são muitos, difíceis e complexos. À leitura destes informes, confirmamos de fato que uma grande maioria da população mundial está excluída da “democracia”, do “mercado” e da “modernização”. A dependência, o subdesenvolvimento, o desemprego, a marginalidade, o analfabetismo, a violência e a pobreza não são pragas herdadas do passado, como alguns dirigentes políticos pretendem instalar como ideia nova. Na verdade, a fragilidade de suas economias é um aspecto dessa submissão ao vai-e-vem do grande capital, que continua ameaçando uma grande parte da população. As políticas neoliberais, com seus efeitos alienantes, dominam praticamente todo o cenário mundial. O passar do tempo é incessante, mas apresenta uma regularidade no retorno periódico de cada informe, alarmante, que suscita o novo e acumula as ruínas.

Eduardo Camin é jornalista, ex-diretor do semanário Siete Sobre Siete, membro da Associação de Correspondentes de Imprensa da ONU, redator-chefe internacional do Hebdolatino e analista associado ao Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)

 

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