Argentina: Todo depende del PRISMA con el que se mire la Evaluación Educativa

Empresas y ong tienen roles activos en la evaluación de políticas educativas.

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.Nerina Tarditto y Paulo Zambroni*

En el sistema educativo argentino, se han llevado a cabo duarante estas semanas, procesos evaluativos. Entre los días 19 y el 20 de octubre se hicieron en todo el país las Pruebas Aprender; y específicamente entre los días 25 y el 27 de octubre se llevaron a cabo, en la provincia de Córdoba, las Pruebas Prisma. Mientras la primera aparece como iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación dentro del Plan Nacional de Evaluación Educativa; la segunda es organizado anualmente por el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba.

Pero a su vez, esto puso nuevamente en agenda debates en torno a las preguntas que generan las instancias de evaluación: ¿para qué se evalúa? ¿quién/ quiénes evalúan? ¿a quién se evalúa? y por supuesto ¿cómo se evalúa? 

Sobre las Pruebas Aprender ya se ha profundizado en la nota “¿Se aprende con las evaluaciones?¿Qué evaluación necesita la educación?” (1), es por eso, que pondremos el ojo esta vez, en las pruebas de la provincia de Córdoba: “Pruebas Prisma”.

Todo proceso evaluativo tiene como objetivo, obtener y sistematizar la información de la situación de los niveles primario y secundario para el diseño de políticas públicas. Pero ninguna evaluación es desinteresada, por lo que es importante preguntarse con quiénes articulan estos procesos de evaluación los Estados.

Cuando se recorre el organigrama institucional del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, nos encontramos que la Subsecretaría de Planeamiento, Evaluación y Modernización se encuentra a cargo de Jorge Jaimez. Si bien es conocido por haber sido rector de la Universidad Empresarial Siglo 21, en tanto tal, es ex representante en el Consejo de Rectores de Universidades Privadas de Argentina (CRUP).

También se desempeñó como Director de Proyectos de MKT S.A, participó en Lempert S.A. y fue representante del Cluster Córdoba. Además, fue Vicerrector normalizador de la Universidad Provincial de Córdoba, Director de Desarrollo de Programas de Formación en Gestión en Innovación Tecnológica en la UVITEC, ex COO Whitney University System (Argentina y Perú), ex Director de Proyectos FOMIN – BID en materia de Innovación en Soportes de Formación Ejecutiva y ex Consultor del Banco Mundial.

Es esta una de las figuras claves para entender el proceso de evaluación de la Provincia de Córdoba, en un ministerio que si bien es reconocido por tener varias figuras que vienen del gremialismo, los sectores de planeamiento estratégico están ocupados por representantes de organismos, empresas, filiales, ONG, transnacionales, que diagraman estas pruebas estandarizadas y demuestran que los parámetros educativos son definidos por las grandes potencias mundiales, desatendiendo la diversidad cultural de los pueblos, países y culturas del mundo, y sus diferencias económicas, políticas y sociales.

Desde el ministerio de educación de la provincia de Córdoba, sólo se informa que el operativo de las pruebas Prisma comenzó a implementarse en 2013, mientras que en 2019, se construyeron instrumentos de evaluación con mayor rigor metodológico. Esto se realizó gracias a un trabajo junto al Instituto de Investigaciones Psicológicas (en alianza con CONICET), de la Facultad de Psicología, de la Universidad Nacional de Córdoba.

Aunque en otros países, como Perú, Prisma es una ONG que fue partícipe en consorcio con la Universidad ESAN en el proceso de elaboración de los productos en la evaluación piloto del proceso de difusión de los resultados de la Evaluación Censal 2008 y el diseño de estrategias para “optimizar” el uso de los reportes de dichos resultados.

La ONG Prisma tuvo a cargo el diseño de la propuesta metodológica de difusión de los reportes de la Unidad de Medición de la Calidad del Ministerio de Educación de Perú, donde se pone de manifiesto que su fuente de financiamiento fue a través de una Donación Nº TF090644 “Preparación del segundo tramo del Préstamo Programático de Reformas Sociales” del Banco Mundial (BM), ejecutada por la Unidad de Coordinación de Préstamos Sectoriales (UCPS) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

En cuanto a cómo se evaluó en Córdoba, se implementaron seis modelos en formato papel para el nivel primario y en formato digital para el secundario para cada espacio curricular evaluado. Cada instrumento contó con 22 ítems de opción múltiple con una única respuesta correcta. En 2021, se seleccionaron 306 escuelas de nivel primario y 310 escuelas de nivel secundario para la prueba.

Mientras las pruebas Aprender, estas son las pruebas a nivel nacional, evalúan a las y los estudiantes al final de un ciclo; es decir, buscan medir los conocimientos adquiridos por los estudiantes hasta sexto grado y sexto año, curso de finalización de los estudios primarios y secundarios respectivamente en la Provincia de Córdoba. Las provinciales Prisma se realizan en años intermedios, en 2021 se hizo en tercer año y en 2022 se realizó en quinto, evaluando la trayectoria y pudiendo recabar información para saber dónde mejorar los aprendizajes en el próximo ciclo lectivo del mismo nivel.

En el 2022, las Prisma se evaluaron, en el nivel secundario a través de la plataforma de Ciudadano digital (cidi) ó a través de un pen drive para aquellas escuelas que no cuenten con conectividad.

A comienzos del ciclo lectivo 2022 y debido a los resultados que arrojaron las diferentes pruebas: nacionales y provinciales en 2021, desde el Ministerio de educación de la provincia de Córdoba se realizaron diferentes proyectos en pos de mejorar los aprendizajes. En matemática se implementó el Programa de fortalecimiento en Matemática y, en Lengua y Literatura, el programa provincial de oralidad, lectura y escritura: Leer y escribir el mundo desde las escuelas cordobesas. Además, se incorporó un eje de: Leer, escribir y pensar en la cultura digital, cuyo objetivo es incorporar la alfabetización digital.

Cabe preguntarse aquí, dónde quedan los actores de la comunidad educativa a la hora de evaluar. Ya que la docencia y el estudiantado son excluidos en todo el proceso de construcción del dispositivo evaluativo. Por el contrario, se constituyen como meros aplicadores de evaluaciones estandarizadas, sin poder ser mediadores de esa construcción del conocimiento. La comunidad educativa conoce el contexto de las instituciones y de la población que asiste. Sin embargo, se las convoca sólo para aplicar un instrumento de evaluación que desconocen.

En el caso de las evaluaciones PRISMA, quienes evalúan son docentes de la misma institución, mientras que en las APRENDER, son docentes que provienen de otras instituciones. A través de estas evaluaciones estandarizadas, aparece una profundización de la precarización laboral, ya que el trabajo de “evaluadores”, en las evaluaciones Prisma no es remunerado y en las de las Aprender, son retribuidos a través del pago de viáticos, con el diferimiento que esto conlleva.

Frente a esto, son necesarias políticas educativas con enfoque comunitario. Donde los instrumentos de evaluación sean integrales, participativos, no punitivos y formativos. Donde las redes comunitarias puedan ser parte de los diseños evaluativos, a fin de fortalecer el conocimiento del territorio y a sus posibles respuestas conjuntas, contribuyendo a mejorar y otorgar en el tejido social, centralidad a las instituciones educativas y las organizaciones que construyen la comunidad educativa a su alrededor diariamente.

Construir herramientas de evaluación participativa tiene que ser con la comunidad educativa como protagonista en todas sus instancias y no como mero aplicador de un sistema de evaluación estandarizado y ajeno. Ni tampoco como un resultado estadístico final, alejado de las realidades diarias en las que están insertas. Los datos de las evaluaciones, muchas veces, terminan estigmatizando a las escuelas que no alcanzan esos parámetros establecidos. Es importante que los resultados, vayan acompañados de un financiamiento educativo y de propuestas de acción que respondan a esos resultados, situados y contextualizados.

Esto implica ir desmontando el prisma por el cual la cultura educativa de interés privados y dominantes, operan desde y sobre la individualidad, para pasar entonces a la ruta emancipatoria y de construcción colectiva. Es decir, de y para el poder popular de las comunidades educativas y territoriales que construyan un prisma para una educación soberana.

Notas

1- https://estrategia.la/2021/08/31/argentina-se-aprende-con-las-evaluacionesque-evaluacion-necesita-la-educacion/

* Tarditto es Profesora de Lengua y Literatura. Zambroni es Licenciado en Ciencia Política. Ambxs miembros del Centro de Estudios y Formación en Política Educativa (CEFOPED), asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

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