Argentina: la ciencia, la tecnología y la ecología como parte de los debates feministas

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Agustina Medina, Lina Merino y Lucía Ruiz Lander*

Entre el 8 y 10 de octubre tuvo lugar el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries realizado en la Provincia de Luis, situada al centro oeste de Argentina en Territorio Huarpe, Comechingón y Ranquel, nombrado por primera vez de esta manera y reconociendo a todas las identidades que han formado parte del movimiento, históricamente.

Postergado por la pandemia del COVID-19 durante dos años, fue un encuentro al que asistimos más de 100 mil mujeres y disidencias dispuestes a encontrarnos y debatir la agenda del feminismo. Y desde el sector científico y tecnológico también llevamos nuestras discusiones y demandas.

En este 35° Encuentro debatimos el rol de las mujeres que hacemos ciencia y que desarrollamos tecnología. Hoy somos quienes principalmente conformamos la base del sistema científico, mayoritarias en la base del ingreso a la carrera y primeras categorías, pero, como en todos los ámbitos, tenemos mayores obstáculos para acceder, si es que accedemos, a los cargos de jerarquía (mejor remunerados y con capacidad de decisión).

Aunque sabemos que el fin último no pasa por «ocupar» estos cargos, entendemos que son herramientas fundamentales para que mujeres y disidencias podamos decidir y transformar la realidad en pos de mayor equidad y mejores condiciones laborales dentro de un sistema científico más inclusivo.

El ámbito tecnológico, se encuentra más masculinizado, por efectos excluyentes de estereotipos, en los que no se nos reconocen nuestras capacidades para aportar al desarrollo y se nos expulsa o anula la posibilidad de acceso y finalización de la carrera, dificultando nuestra inserción efectiva tanto en el ámbito privado como público. En este plano, somos muy pocas las mujeres y disidencias que ocupamos cargos directivos, si es que accedemos a ocuparlos, pero somos muchas las que nos encontramos generando propuestas con impacto productivo y territorial real en respuesta a necesidades específicas, como lo es el acceso a las tecnologías de la comunicación, la alimentación, la salud entre otros.

Durante las discusiones coincidimos que tanto la ciencia como la tecnología no son ni neutrales ni objetivas, sino que están atravesadas por intereses, en un sistema capitalista que impone condiciones en el plano social, económico, político e histórico. Estas condiciones determinan que dentro del sistema científico tecnológico las mujeres y disidencias ocupemos los roles de género establecidos social y culturalmente por un sistema patriarcal, en el que estamos más ligades a tareas de cuidado y menor reconocimiento, que al desarrollo técnico, profesional, personal e intelectual reservado históricamente a los varones.

El encuentro feminista y la discusión con compañeres de todos los ámbitos del sistema científico tecnológico nos permitió, como el feminismo hace en todos los espacios, pensar y poner en tensión los órdenes establecidos impuestos tambien en este ámbito y repensar  qué sistemas de valores vemos, pensamos y diseñamos dentro de la ciencia, la técnica y nuestras profesiones. Cómo podemos transformar individual y colectivamente nuestra tarea cotidiana para revertir la desigualdad de género y de cualquier otra índole que se hacen presentes en el sector.

Es necesario, también, repensar desde la perspectiva feminista popular, la inclusión de las diversidades al sistema científico tecnológico. Las diversidades aún se encuentran excluidas y sobre eso debemos direccionar esfuerzos y acciones. Necesitamos que se aplique la ley de cupo laboral trans para garantizar el acceso y aportar al desarrollo de una ciencia y tecnología para todes.

Respecto de la educación universitaria, además de los reclamos gremiales que estuvieron presentes en relación a todos los sectores, debatimos sobre la necesidad de contar con protocolos de acción contra la violencia de género y contar con herramientas para actuar en estas situaciones donde la Universidad, como el resto de las instituciones, no es ajena. Instamos también a que las mujeres y diversidades representemos nuestras necesidades en espacios de poder y toma de desición con perspectiva feminista y popular.

El debate también recorrió la disputa por la producción de conocimiento estratégico. En ese sentido, creemos que es indispensable que en nuestras instituciones se produzca conocimiento para la reproducción de la vida, no del capital y que la Ciencia y la Tecnología estén al servicio de las necesidades de nuestro Pueblo.

Algunas exigencias que surgen del debate y fueron expresadas en el momento de lectura de conclusiones fueron:

-La necesidad de construir una red en contra de los procesos individualizantes y expulsivos que se nos imponen.

-El diseño y la gestión de políticas que permitan desarrollar las tareas de cuidado, licencias, y guarderías, paralelamente a nuestra labor en el sector.

-La implementación de Ley Micaela con capacitación continua y no optativa, de la ESI en todos los niveles y de protocolos contra la violencia de género y laboral.

-La implementación del cupo laboral travesti-trans en el sector.

-También se expresaron los ecofeminismos con la lucha por el fin del ecocidio diciendo  #LeydeHumedalesYa.

Reconocemos que la actual situación de crisis económica, social, política, cultural,  tiene impacto en el sector del que somos parte, y por esto, creemos que las discusiones y el impulso del movimiento feminista debe ser guía para pensar un modelo científico tecnológico más justo e inclusivo, que responda a las problemáticas de nuestro pueblo. Un sistema científico tecnológico que contribuya a construir una sociedad con justicia económica y social, un sistema científico popular y transfeminista.

En este sentido, otra actividad importante y masiva, dada la coyuntura nacional y lo representativo de su referencia, fue «La plaza de Cristina» llevada a cabo durante el segundo día del encuentro, donde mujeres militantes del campo nacional y popular que creemos que nuestras profesiones y ocupaciones deben estar al servicio del bien común, asistimos a la plaza posicionándonos contra el intento de magni-femicidio a Cristina Fernández de Kirchner, contra los discursos de odio y por una reforma judicial transfeminista.

Porque defendemos un proyecto en el que el sistema científico tecnológico fue una prioridad, aportando al desarrollo soberano, en el cual supimos ser vanguardia dando grandes avances, desde la sanción de la Ley de Educación Técnica en 2005, programas que produjeron modificaciones estructurales como Raíces para la repatriación de científiques, el programa Conectar Igualdad luego desarticulado por el macrismo y el plan de inclusión digital que buscó recuperar y valorizar la escuela pública y reducir las brechas digitales, educativas y sociales.

También se destaca la creación de Y-TEC, una empresa argentina de desarrollo tecnológico en el sector de energía, propiedad de YPF y CONICET y el desarrollo e inversión en el sector nuclear. Sin olvidar la importancia en los aspectos social y cultural de Tecnópolis, fundamental para la disputa de sentido sobre la importancia de la ciencia y la tecnología al servicio del pueblo.

Defender un modelo donde las clases populares tengan acceso al conocimiento y al desarrollo tecnológico, es comprender que la ciencia debe estar en función de mejorar la calidad de vida de la sociedad, aportando a la solución de problemáticas que atraviesan a los sectores vulnerables y la defensa de nuestros recursos estratégicos. En definitiva, con un enfoque puesto en la soberanía científica y tecnológica nacional.

Por último, en esta nueva edición del encuentro, las y les encuentreres volvimos a pedir por la libertad a Milagro Sala, quien lleva detenida más de 2400 días. Frente a la represión a las mujeres mapuche encarceladas y violentadas tras una orden de desalojo en Villa Mascardi, Rio Negro, la consigna de los feminismos fue: ¡Libertad a las Machis por luchar!. Esta hecho fue el pie para la elección de la nueva sede del encuentro, donde los feminismos volveremos a debatir y movilizarnos para construir una agenda y un programa que lo siga transformando todo, y siga siendo punta de lanza del feminismo en el mundo.

 

*Medina es Licenciada en Biología Molecular, doctora en Ciencias Biológicas, Merino es Licenciada en Biotecnología y Biología Molecular, Diplomada en Género y Gestión Institucional, profesora en La Universidad de Hurlingham. Ruiz Lander, es comunicadora, Diplomada en Género y Gestión Institucional. Todas investigadoras del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECYT), asociado a la plataforma Pueblo y Ciencia y al Centro Latinoameicano de Análisis Estratégico (CLAE). 

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