Alerta de López Obrador ante desesperación del establishment mexicano/ O recado de López Obrador a um establishment desesperado

465

Gerardo Villagrán del Corral- CLAE|

A poco más de dos semanas de la elección presidencial y legislativa del 1 de julio, crece la tensión en México, marcada por altos niveles de violencia -113 asesinatos de candidatos-, la guerra sucia mediática, los ataques de la oligarquía local y trasnacional al candidato de centroizquierda, las repetidas violaciones a la ley electoral y las jugadas del aparato estatal para impedir que Andrés Manuel López Obrador llegue al poder.

Nada nuevo aportó el tercer debate entre los cuatro candidatos a la presidencia, en el Gran Museo del Mundo Maya en Mérida, Yucatán, el martes 12, que tuvo la misma dinámica de los dos anteriores: los opositores del centroizquierdista López Obrador, quien va cómodo liderando las encuestas de opinión, fueron en patota a tratar de matarlo políticamente.

Con el crecimiento económico, desigualdad, pobreza, educación, ciencia y tecnología, y salud y desarrollo sustentable como pretexto, a sabiendas de que era la última oportunidad, el cruce de imputaciones sobre corrupción de los contendientes se ubicó como temática. Un tema donde el mismo gobierno participa activamente, ya que optó el 7 de junio por la vieja tradición del “videoescándalo político”.

No fue para incriminar a López Obrador, sino que, por sus ya conocidas maniobras de lavado de dinero, atacó al candidato de la derecha más conservadora, Ricardo Anaya, segundo en las encuestas con 24% en la intención de voto, abanderado de la coalición “Por México al Frente” por los partidos PAN-PRD-MC.

La difusión de un audio y un video sobre el lavado de dinero por parte de Anaya en su negocio de compraventas inmobiliarias en parques industriales de Querétaro, puso en aprietos al candidato del PAN. Pero Anaya devolvió el golpe (con otro canallesco) y afirmó que López Obrador, «ya pactó» con el PRI la impunidad a corruptos a cambio de que la presidencia se incline a su favor en el proceso electoral en curso.

López Obrador respondió que sí ha realizado pactos y acuerdo, pero con movimientos sociales y organizaciones populares, que dieron lugar a la construcción de un amplio acuerdo de unidad – Juntos Haremos Historia- para emprender la transformación del país, que se extendió a partidos políticos como el PES y el PT: un frente amplio plural, pluriclasista, diverso, heterogéneo.

imagenDe esa alianza ampliada derivó una propuesta de gabinete en la que hay personas con experiencia en la administración pública, juristas, dirigentes sociales e intelectuales en estricta paridad de género, de todas las edades y procedentes de varios partidos, corrientes, ideologías y sectores.

El Proyecto de Nación 2018-2024 (proyecto18.mx) es un documento elaborado con el propósito de ser el embrión de un nuevo pacto social para un país que se ha quedado sin él. También el candidato oficialista José Antonio Meade presentó El México que merecemos (en mayo último), un discurso lleno de promesas, mientras Anaya no salió de propuestas que supuestamente pudieran captar votos, sin profundidad o seriedad.

Todo vale para no perder el poder

Para José Luis Ríos Vera esta nueva ofensiva del gobierno de Enrique Peña Nieto guarda dos cartas bajo la manga: pulverizar a Ricardo Anaya para buscar sumarle sus votos a su propio candidato, José Antonio Meade, de la coalición “Todos Por México” (PRI-PVEM-NA), en tercer lugar con una intención de voto del 20%, y obligarlo (bajo la amenaza judicial) a firmar un pacto oligárquico de facto que supone su renuncia a la postulación en favor del bloque en el poder, para así poder imponerse al centroizquierdista López Obrador.

Pero le queda otra carta bajo la manga a Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional si fallara esta maniobra de cancelar la alianza sistémica entre el PRI y el PAN, sustento del auge neoliberal de los últimos 30 años: el fraude que tantas veces utilizó el PRI.

Mientras, la clase empresarial guarda silencio, tras la presión hecha a los trabajadores de sus compañías para que no sumen su voto al candidato centroizquierdista, en espera del accionar del gobierno y sus instituciones, en un marco de crisis de legitimidad, inestabilidad política, endurecimiento autoritario, militarización, agotamiento de la democracia formal, explotación de los trabajadores, pobreza alimentaria y escasas condiciones de protección y seguridad laboral.

Sin duda, este panorama explica por sí sólo la permanencia de López Obrador como el favorito absoluto de los electores, con un discurso en contra de la dinámica neoliberal en la conducción del Estado y la política económica y social, bases de un conflicto de clase profundo que aqueja a México desde hace décadas.

Y explica, asimismo, la desesperación de un poder fáctico, adueñado de México por un siglo, que ve amenazado su poder, y está dispuesto a no perder sus privilegios. El tiempo se acaba: ¿Hasta dónde llegará para impedir que López Obrador llegue a la Presidencia?

*Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)


EN PORTUGUES

O recado de López Obrador a um establishment desesperado

Por Gerardo Villagrán del Corral

A pouco mais de duas semanas da eleição presidencial e legislativa de 1º de julho, cresce a tensão no México, marcada por altos níveis de violência – 113 assassinatos de candidatos –, a guerra suja midiática, os ataques da oligarquia local e transnacional ao candidato de centro-esquerda, as repetidas violações à lei eleitoral e as manobras do aparato estatal para impedir que Andrés Manuel López Obrador chegue ao poder.

O terceiro debate entre os quatro candidatos à presidência, na noite de 12 junho, não mostrou nada de novo e teve a mesma dinâmica dos dois anteriores: os adversários atacaram o candidato opositores de centro-esquerda López Obrador, que lidera comodamente segundo as pesquisas, tentando matá-lo politicamente.

Driblando os temas abordados no encontro – o crescimento econômico, a desigualdade, a pobreza, a educação, a ciência e a tecnologia, e saúde e o desenvolvimento sustentável – e sabendo que era a última oportunidade de um confronto direto, os candidatos preferiram promover uma troca direta de acusações de corrução uns contra os outros.

Algo no qual o próprio governo participa ativamente, já que optou, no dia 7 de junho, pela velha tradição do “vídeo-escândalo político”, não para incriminar López Obrador, e sim para denunciar as já conhecidas manobras de lavagem de dinheiro de Ricardo Anaya, candidato da direita mais conservadora, do PAN (Partido do Acordo Nacional) e segundo colocado nas pesquisas, com 24% das intenções.

A difusão de um áudio e um vídeo sobre a lavagem de dinheiro por parte de Anaya em seus negócios de compra e venda de imóveis em parques industriais do Estado de Querétaro deixou o Anaya em maus lençóis, e ele devolveu o golpe com outro ataque, (canalha) contra López Obrador, acusando-o de supostamente já ter pactuado com o partido governista PRI (Partido Revolucionário Institucional) a impunidade de políticos corruptos da atual administração em troca de que o presidente Enrique Peña Nieto se incline a seu favor no processo eleitoral.

López Obrador respondeu dizendo que realizou sim pactos e acordos, mas com os movimentos sociais e organizações populares, que deram lugar à construção de um amplo acordo de unidade – a coalizão Juntos Faremos História – para empreender a transformação do país através de uma ampla frente de partidos, com um perfil plural, pluriclassista, diverso e heterogêneo.

Dessa aliança ampliada nasceu uma proposta de gabinete na que há pessoas com experiência na administração pública, juristas, dirigentes sociais e intelectuais, apresentando um equilíbrio entre os vários partidos, correntes, ideologias e setores, além de promover uma estrita paridade de gênero.

O Projeto de Nação 2018-2024 é um (que está disponível no site: www.proyecto18.mx) é um documento elaborado com o propósito de ser o embrião de um novo pacto social para um país que carece de tal resolução. O candidato governista José Antonio Meade apresentou o programa “México que merecemos”, com um discurso cheio de promessas, enquanto Anaya, mais preocupado em captar votos através das acusações aos adversários, não apresentou propostas com profundidade ou seriedade.

Vale tudo para não perder o poder

Para o analista político José Luis Ríos Vera esta nova ofensiva do governo de Enrique Peña Nieto guarda duas cartas debaixo da manga: a tentativa de Ricardo Anaya para buscar somar seus votos ao do seu próprio candidato, José Antonio Meade, da coalizão “Todos Por México”, que está em terceiro lugar com 20%, e obrigá-lo (sob a ameaça judicial) a assinar um pacto oligárquico que supõe a renúncia da sua candidatura para apoiar um bloco de direita que seja capaz de se impor ao centro-esquerdista López Obrador.

A outra carta escondida por Peña Nieto, para o caso de fracassar a estratégia de uma aliança eleitoral de última hora PRI e o PAN: a fraude eleitoral, um artifício que o PRI utilizou tantas vezes.

Enquanto a classe empresarial guarda silêncio, após a pressão feita aos trabalhadores de suas companhias para que não entreguem o seu voto ao candidato progressista, na espera do acionar do governo e suas instituições, num marco de crise de legitimidade, instabilidade política, endurecimento autoritário, militarização, crise de credibilidade da democracia formal, exploração dos trabalhadores, pobreza e escassas condições de proteção e segurança no trabalho.

Sem dúvidas, este panorama explica por si só a permanência de López Obrador como o favorito absoluto dos eleitores, com um discurso contra a dinâmica neoliberal na condução do Estado e da política econômica e social, bases de um conflito de classes profundo que o México enfrenta há décadas.

Isso explica o desespero de um poder fático, que se fez dono do México por um século, que vê o seu status ameaçado e está disposto a tudo para não perder seus privilégios. O tempo está acabando: o que mais podem fazer para tentar impedir que López Obrador chegue à Presidência?

Gerardo Villagrán del Corral é antropólogo e economista mexicano, associado ao Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)

 

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.